Reflexión sobre el sentido de las experiencias de práctica de la carrera

Reflexión sobre el sentido de las experiencias de práctica de la carrera

Javiera Castillo González

Ha finalizado mi formación en los cursos de práctica de la carrera y quisiera aprovechar mi última experiencia para reflexionar sobre lo que ello ha significado para mi desarrollo como
profesora de matemática y computación. La práctica profesional la viví en un liceo de la comuna de Recoleta, en el nivel de séptimo básico B, donde me encontré con estudiantes que
inicialmente estaban desmotivados, sin intereses de aprender no sólo matemáticas, sino que todos los ramos, bastante ruidosos en la sala de clases. Sin embargo, a través de la
construcción de un vínculo significativo con ellos, logramos transformar el ambiente en el aula y despertar su interés por las matemáticas.
Fue gratificante observar cómo, a medida que los/las estudiantes relacionan los contenidos a aprender con la vida cotidiana, ellos/ellas comprendieron que la matemática es una
herramienta que les permite desarrollarse en cualquier aspecto de su vida, por ende su motivación comenzaba a crecer. Al llevar material manipulativo a las clases y realizar actividades, pude presenciar cómo la utilización de este método, les brindaban una comprensión más profunda de los conceptos matemáticos y les permitía aplicarlos de manera práctica.

Trabajar con materiales concretos y actividades en kahoot fue un factor clave en mi experiencia, ya que esto me permitió la creación de un vínculo de confianza y respeto con mis estudiantes, ya que ellos/ellas valoraban el tiempo y la dedicación que yo invertía en confeccionar y buscar otros métodos para su aprendizaje. Dediqué tiempo a conocer sus intereses, sus fortalezas y sus desafíos individuales. Esto les hizo sentirse valorados y comprendidos, lo cual fue fundamental para que se sintieran motivados y dispuestos a participar activamente en las actividades de clase.

El desarrollo de esta práctica me hizo crecer como persona y docente, ya que no me había enfrentado a un curso con estas características y fue un desafío constante para mí lograr un entorno adecuado para el desarrollo de la clase, atendiendo a las diversas necesidades de los estudiantes, ya que debido al contexto en donde se encuentran, muchos tienen problemas en sus hogares que trascienden la escuela. Sin embargo, este contexto me impulsó a ser creativa y buscar alternativas para adaptar los materiales y las estrategias a sus necesidades individuales. Aprendí a utilizar recursos simples y accesibles, como papel, lápiz y objetos cotidianos, para facilitar el aprendizaje y promover la participación de todos/as los/as estudiantes.

El impacto de mi trabajo se hizo evidente cuando observé a los estudiantes más activos y entusiastas en el aula. Su actitud hacia las matemáticas comenzó a cambiar, y mostraron mayor confianza en sus habilidades. Los logros alcanzados no solo se reflejaron en los resultados académicos, sino también en la forma en que se enfrentaban a los desafíos y trabajaban en equipo. Esta experiencia de práctica me dejó una valiosa lección: la importancia de adaptar las estrategias pedagógicas y los recursos a las necesidades y características de los estudiantes. No se trata solo de transmitir conocimientos, sino de involucrarlos activamente en su propio proceso de aprendizaje y brindarles oportunidades para explorar, descubrir y construir su propio conocimiento matemático.

Me siento agradecida con la carrera por la oportunidad de haber trabajado en un entorno desafiante, pero también enriquecedor. Aprendí que, a través del compromiso, la empatía y la creatividad, es posible transformar el ambiente de aprendizaje y despertar el interés de los estudiantes. Esta experiencia me ha motivado a seguir explorando nuevas estrategias y enfoques pedagógicos para hacer de la matemática una disciplina accesible y significativa para todos/as los/as estudiantes, independientemente de su contexto, dificultades y diferencias personales.